En Reed & Mackay sabemos que para hacer un evento corporativo perfecto, la clave del éxito es un briefing lo más detallado posible. Los detalles no sólo cuentan, sino que son el factor diferencial, y es que en el desarrollo de un evento hay una gran cantidad de variables a tener en cuenta.
El objetivo de un buen briefing es proporcionar la información más relevante y en el caso de eventos corporativos, definir el ámbito de actuación acotando los objetivos. En Reed & Mackay nos gusta conocer a nuestros clientes desde el primer momento, para así empezar a trabajar en equipo y crear un evento inolvidable que se ajuste el máximo posible a la personalidad de la empresa.
¿Cómo conseguimos ajustarnos a la personalidad de su empresa? Descubriendo los insights y conociendo su posicionamiento, las características de su sector, los códigos de comunicación que rigen su empresa, el eslogan e identidad visual… Además, cada evento tiene un objetivo diferente, y es que no es lo mismo presentar un nuevo producto que celebrar una convención o un aniversario.
En Reed & Mackay realizamos un estudio previo de los antecedentes que tiene el cliente en el ámbito de los eventos. Esto nos ayudará a saber qué funcionó y qué no, quiénes eran los asistentes y qué esperaban conseguir asistiendo al evento y lo más importante, si se cumplieron sus expectativas. Esta fase de investigación nos ayuda a crear un evento original, creativo y con altas dosis de innovación.
Analizadas las credenciales de la empresa, en cuanto a pasados eventos y formatos, es importante conocer a qué tipo de público nos enfrentamos. El objetivo es crear un evento que se adaptará a las necesidades de todos sus asistentes. Queremos hacerles sentir que forman parte del evento y de un equipo, en definitiva, que son una pieza clave en el engranaje de su empresa.
Finalmente, no podemos dejar de lado la logística y producción. Los traslados, el espacio, las salas, el catering, el alojamiento, la señalética, … Sí, se trata de una partida importante que, en base a los objetivos marcados por la empresa, nos ayuda a plasmar de forma visual todo el concepto de comunicación definido previamente. En esta sección del briefing, el presupuesto, se convierte en una herramienta imprescindible para ajustarse en las futuras propuestas.
Organizar un evento corporativo es una acción compleja, la definición del objetivo, la estrategia a seguir, la multitud de partidas que intervienen en su desarrollo, etc. Por eso, un buen briefing trabajado entre cliente y agencia de eventos es una garantía de que se asientan bien las bases de inicio y se establecen los objetivos que posteriormente podremos medir.